La gestión de residuos siempre ha sido un punto crítico en sectores como la industria química, los hospitales o los laboratorios. En un artículo anterior, “El papel de las bolsas reciclables en la gestión de residuos peligrosos”, abordamos los criterios generales para manipular desechos de riesgo (puedes consultarlo aquí [https://plasticbag.es/el-papel-de-las-bolsas-de-basura-reciclables-en-la-gestion-de-residuos-peligrosos/]). Sin embargo, existe una categoría específica que requiere máxima atención: los residuos inflamables. Su manipulación inadecuada, incluso en el simple gesto de elegir una bolsa, puede derivar en incidentes graves.
En nuestro artículo de hoy de PlasticBag, te contaremos las claves del gran olvidado de la industria de las bolsas: los residuos inflamables. Y, recuerda, en PlasticBag ¡somos el fabricante de las bolsas del futuro!
En España, en noviembre de 2021 el Ministerio de Transición Ecológica y El Reto Demográfico publicó la Guía Técnica de Clasificación de los Residuos donde especifica la denominación de los residuos inflamables (HP 3) bajo estos parámetros:
En cualquier caso, podemos encontrar una amplia gama de materiales cotidianos en entornos industriales y sanitarios como son:
¡Toma nota!: Todos ellos comparten un rasgo común: la capacidad de arder con facilidad en determinadas condiciones, lo que los convierte en un riesgo latente si no se aíslan y contienen correctamente. Así que, mucho cuidado.
La utilización de bolsas genéricas o de materiales no compatibles para residuos inflamables puede tener consecuencias graves, que van desde el derretimiento o la perforación provocados por reacciones químicas con el propio material de la bolsa, hasta la emisión de vapores tóxicos en espacios cerrados.
A ello, se le suma el riesgo de ignición derivado de la acumulación de calor o de residuos inestables y, además, las posibles sanciones normativas por incumplir los protocolos de seguridad en transporte y almacenamiento. En definitiva, un error en la elección del envase puede comprometer tanto la salud laboral como el cumplimiento legal de la empresa.
Para evitar estos riesgos, la bolsa no puede ser una más. El fabricante debe especificar de forma explícita que es apta para uso de residuos inflamables. Por lo que debe reunir características técnicas muy concretas, que te detallamos a continuación:
El papel del distribuidor es clave en la gestión de residuos inflamables, ya que su función no se limita únicamente a proveer bolsas, sino también a ofrecer un asesoramiento técnico que evite errores fatales para su cliente. Para lograrlo, es fundamental que conozca con detalle el tipo exacto de residuo y el proceso de recogida, que recomiende siempre bolsas específicas en lugar de soluciones genéricas simplemente “resistentes”, que entregue la ficha técnica como garantía de seguridad normativa y que aconseje la realización de pruebas piloto antes de afrontar grandes compras o licitaciones. De este modo, el distribuidor refuerza su papel como aliado estratégico y no solo como proveedor.
Los residuos inflamables representan un reto silencioso pero real en la gestión de desechos industriales y sanitarios. Una elección inadecuada de bolsas puede desencadenar incidentes químicos, sanciones legales y riesgos para las personas.
En PlasticBag acompañamos a los distribuidores a identificar las soluciones más seguras, sostenibles y técnicamente adecuadas. Porque en entornos de alto riesgo, la bolsa no es un simple contenedor: es parte del sistema de seguridad.
Si eres distribuidor, no te olvides: ¡PlasticBag es el fabricante de las bolsas del futuro!