El papel de las bolsas recicladas en los objetivos de cero emisiones de 2030

Plasticbag09/10/2025
La mano de una persona sujeta con firmeza la parte superior de una bolsa de basura de plástico negra llena contra un fondo borroso de árboles verdes en un bosque o parque.

Cumplir con los objetivos climáticos 2030 está redefiniendo la forma en que las empresas planifican su producción, gestionan su cadena de suministro y diseñan su propia estrategia de compras. La descarbonización exige no solo medir las emisiones que cada uno provoca, sino reducirlas de una forma que pueda ser totalmente verificable. Las directrices del Pacto Verde Europeo y las futuras obligaciones de reporte de la Directiva de Información de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) están impulsando a las empresas a incorporar materiales reciclados en todas las fases de su cadena de valor.

Estamos en un momento en la industria ha dado un acelerón importante hacia la transición de materiales reciclados y a día de hoy es muy exigente en cuestiones como la trazabilidad, certificaciones (que puedan ser verificables) y métricas que les permitan demostrar un progreso real en su estrategia de cambio.  Así, pues, las bolsas recicladas dejan de ser una opción secundaria y pasan a convertirse en un elemento clave dentro de la sostenibilidad empresarial y la economía circular en distribución B2B.

En nuestro artículo de hoy, en PlasticBag, te contaremos cómo las bolsas recicladas pueden ser una palanca real para alcanzar los objetivos de descarbonización empresarial. Y, recuerda, ¡en PlasticBag somos el fabricante de las bolsas de plástico del futuro!

Las bolsas recicladas dentro de la hoja de ruta climática

En la hoja de ruta hacia 2030, las bolsas recicladas cumplen un papel mucho más importante de lo que parece. La sustitución de materiales vírgenes por materiales reciclados está directamente vinculada con la reducción de emisiones del Alcance 3 (Scope 3), que incorpora el impacto ambiental de los productos adquiridos. Al incorporar en la cadena de suministro bolsas fabricadas con plástico reciclado:

  • Reduces la demanda de material virgen (altamente intensivo en emisiones),
  • Mejoras la circularidad de la cadena de suministro,
  • Y contribuyes los objetivos corporativos de reducción de CO₂e.

Este tipo de decisiones ya es habitual en licitaciones públicas, contratos marco de departamentos de Compras y proyectos de Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Tanto administraciones como las grandes empresas valoran, e incluso exigen, la presencia de contenido reciclado como criterio técnico o de sostenibilidad.

KPIs y métricas que evidencian el progreso

La incorporación de materiales reciclados solo adquiere valor estratégico cuando puede medirse y demostrarse con datos. Por este motivo, los departamentos de compras y sostenibilidad recurren a indicadores específicos que permiten evaluar el impacto de sus decisiones año tras año. Entre los más relevantes, podemos encontrar:

  • % de compras con contenido reciclado respecto al total de materiales adquiridos.
  • tCO₂e evitadas mediante la sustitución de material virgen por material reciclado.
  • % de proveedores certificados o con trazabilidad documentada, un factor clave para garantizar el origen del material.
  • % de residuos desviados de vertedero gracias a la incorporación de soluciones circulares en la cadena de suministro.

Todas estas métricas que te acabamos de mostrar deben contrastarse con empresas auditoras externas o, incluso, con el propio reporting ESG de la organización, lo que te aportará rigor técnico y, además, te ayudará a reforzar la trazabilidad y a facilitar el cumplimiento de todas estas exigencias medioambientales.

Roadmap hacia 2030: cómo integrar bolsas recicladas paso a paso

Primer plano de unas manos sosteniendo un pequeño globo terráqueo de cristal con dos hojas

La adopción de bolsas recicladas en la estrategia de compras de una compañía no puede entenderse como una medida puntual, sino como una acción estratégica dentro de la hoja de ruta hacia la neutralidad climática. No hay marcha atrás, por lo que toca avanzar de forma ordenada y medible. ¿Cómo? Con un plan escalonado que permita incorporar estos materiales de manera progresiva y alineada con sus objetivos ambientales. Una planificación realista podría estructurarse en tres fases:

2025-2026 — Corto plazo

  • Definir políticas de compras sostenibles y unificar los criterios internos que las acompañan.
  • ¡Importante!: Homologar proveedores que ofrezcan certificaciones verificables y una trazabilidad sólida de sus materiales.

2026–2028 — Medio plazo

  • Integrar KPIs específicos sobre el contenido reciclado en los informes ESG corporativos.
  • Ampliar el uso de materiales reciclados a las nuevas categorías de producto, reforzando la coherencia de la estrategia de la empresa.
  • Marcar auditorías periódicas para evaluar el comportamiento de los proveedores y el cumplimiento de los procesos.

2029–2030 — Largo plazo

  • Consolidar la circularidad mediante acuerdos estables con proveedores estratégicos.
  • Elaborar auditorías finales de resultados que permitan una validación externa del desempeño.
  • Comunicar públicamente los avances como parte esencial de la hoja de ruta climática de la organización.

Este plan de acción escalonado permite a las organizaciones integrar las bolsas recicladas de forma coherente y medible, alineando cada acción con sus metas de descarbonización y economía circular. Más que un simple cambio de material, se trata de un proceso planificado que consolida una transición real hacia los objetivos climáticos de 2030, reforzando la competitividad y la responsabilidad ambiental de la empresa.

Compras responsables y trazabilidad: el papel de las certificaciones

La trazabilidad se ha convertido en una exigencia muy importante a cumplir en los procesos de compra responsables. Las empresas, pues, deben demostrar la procedencia y el impacto de los materiales que utilizan, por lo que contar con proveedores que ofrezcan certificaciones reconocidas internacionalmente es determinante para asegurar la fiabilidad del material reciclado.

Entre los sellos más relevantes destacan:

  • Blue Angel: ideal para productos reciclados y de larga vida útil.
  • EU Ecolabel: certificación europea transversal y exigente.
  • OK Compost (TÜV Austria): imprescindible en materiales compostables.

Cada una de estas certificaciones aporta garantías adicionales y ayuda a las empresas a reducir riesgos reputacionales, simplificar auditorías y demostrar el cumplimiento de las obligaciones regulatorias vinculadas a la sostenibilidad.

Conclusión: las bolsas recicladas como aliado estratégico hacia la descarbonización

Las empresas que integran materiales reciclados en sus procesos de compra no solo reducen su huella de carbono: también se adelantan a las exigencias legales de los próximos años. Así, pues, las bolsas recicladas permiten avanzar hacia un modelo de economía circular, mejorar el desempeño ESG y consolidar un liderazgo real en sostenibilidad corporativa.

En un escenario en el que los compromisos ambientales se convierten en exigencias normativas, actuar hoy es una ventaja competitiva para el mañana.

¿Preparado para dar el siguiente paso?

Contacta con PlasticBag para diseñar tu plan de suministro sostenible y avanzar hacia tus objetivos de cero emisiones 2030. Y, recuerda, ¡en PlasticBag somos el fabricante de las bolsas de plástico del futuro!

¿Quieres ser distribuidor de PlasticBag?
Si eres distribuidor o quieres que el tuyo distribuya nuestras bolsas, contacta con nosotros para obtener un presupuesto personalizado.
Contacta ahora
Conjunto de bosas de basura estándar en la fábrica de Plastic Barg
crossmenu