En PlasticBag lo sabemos: El plástico es uno de los materiales más utilizados en la industria del embalaje de alimentos debido a sus propiedades versátiles y protectoras. Sin embargo, la preocupación por el impacto ambiental ha llevado a buscar alternativas más sostenibles. En este artículo, exploraremos los diferentes tipos de plástico de embalaje comúnmente utilizados en la industria alimentaria y desde Plasticbag te destacaremos las ventajas técnicas de optar por plástico reciclado. Además, descubriremos cómo el uso de plástico reciclado puede ser beneficioso tanto para las empresas como para el medio ambiente. Antes de embarcarte en la lectura de este artículo te recomendamos que leas nuestro post acerca de la diferencia entre las bolsas de plástico de polipropileno y polietileno.
El LDPE es un tipo de plástico ampliamente utilizado en la fabricación de bolsas y envoltorios de alimentos. Sus ventajas técnicas incluyen su alta flexibilidad, resistencia a la humedad y capacidad de sellado hermético. Al utilizar plástico reciclado LDPE, se aprovecha la durabilidad y las propiedades protectoras del material, al tiempo que se reduce la dependencia de los recursos vírgenes.
El HDPE se emplea en envases rígidos, como botellas de leche, agua y otros líquidos. Este plástico se caracteriza por su resistencia a impactos y su rigidez. Al optar por plástico reciclado HDPE, se contribuye a reducir la cantidad de residuos plásticos y a disminuir la necesidad de utilizar nuevas materias primas. Además, el plástico reciclado HDPE mantiene las propiedades físicas del material original, lo que lo hace ideal para su reutilización en envases alimentarios.
El polipropileno se utiliza en una amplia gama de envases para alimentos, como vasos, tapas y bandejas. El PP destaca por su resistencia al calor, su rigidez y su alta barrera contra la humedad y los gases. Al emplear plástico reciclado de PP, se pueden obtener beneficios técnicos, como una excelente resistencia mecánica y un buen rendimiento en el proceso de moldeo por inyección. Esto demuestra que el plástico reciclado PP es una opción viable para mantener la calidad y funcionalidad del embalaje de alimentos.
Conservación de propiedades: El plástico reciclado conserva muchas de las propiedades físicas y químicas del plástico original. Esto garantiza que el embalaje de alimentos mantenga su integridad, protegiendo los productos durante su transporte y almacenamiento.
Reducción de la huella de carbono: La fabricación de plástico reciclado requiere menos energía y emite menos gases de efecto invernadero en comparación con el plástico virgen. Al utilizar plástico reciclado, las empresas pueden reducir su huella de carbono y contribuir a la mitigación del cambio climático.
Economía circular: Al incorporar plástico reciclado en el proceso de producción, se promueve la economía circular, donde los residuos se convierten en recursos valiosos. Al utilizar plástico reciclado, se cierra el ciclo de vida del material, evitando que se convierta en desecho y dándole una segunda oportunidad. Esto fomenta la sostenibilidad y la gestión responsable de los recursos naturales.
Cumplimiento normativo: Optar por plástico reciclado en el embalaje de alimentos ayuda a cumplir los requisitos legales de la nueva Ley del Plástico en España y demuestra el compromiso de la empresa con la sostenibilidad y la protección del medio ambiente.
Imagen de marca y preferencia del consumidor: Cada vez más, los consumidores valoran las prácticas sostenibles y buscan productos y marcas que se alineen con sus valores ambientales. Utilizar plástico reciclado en el embalaje de alimentos puede mejorar la imagen de marca, generar confianza en los consumidores y atraer a aquellos que prefieren opciones más respetuosas con el medio ambiente.
La industria alimentaria tiene la oportunidad de adoptar prácticas más sostenibles mediante el uso de plástico reciclado en el embalaje de alimentos. Los diferentes tipos de plástico de embalaje, como el LDPE, el HDPE y el PP, pueden beneficiarse de las ventajas técnicas que ofrece el plástico reciclado. Desde la conservación de propiedades hasta la reducción de la huella de carbono y el fomento de la economía circular, el uso de plástico reciclado es una opción ganadora tanto para las empresas como para el medio ambiente. Al abrazar esta alternativa, la industria alimentaria puede contribuir significativamente a la protección del planeta y a la construcción de un futuro más sostenible.
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